~rare things, only in this world~
sábado, 11 de enero de 2014
Inmersión
Fuimos a nadar a través del azul profundo. Nos perdimos entre sensaciones y momentos intensos.
Atravesamos el infinito. Dimos vuelta la galaxia. Nos llenamos de emoción. Intentaba alcanzarte, seguirte el paso. Era imposible. Llevabas tu propio ritmo, tu propia inspiración. Estabas mas inmersa en estos sueños, tanto que no recuerdas nada al respecto. Por mas aferrada que estés a esta realidad seguirás ganándome a la hora de internarse mas esta profundidad tan cargada de misterio. Y yo estaré cerca para acompañarte, aunque sea a la distancia.
Entonces todo era parte de la misma enorme ilusión
Buscábamos entrar a ese mundo en el cual recuperaríamos todo aquello que se nos ha escapado de las manos sin darnos cuenta. Y no nos dimos cuenta de que ese mundo está mas allá de nuestro tiempo. Mas allá de nuestro alcance. Y que aún faltaba mucho para que pudiésemos tener todo eso que denunciábamos haber perdido. Así es. No solo era temprano para perder las cosas, sino que era muy pronto siquiera para recordar que hemos tenido algo que aún no tuvimos.
lunes, 12 de noviembre de 2012
La misma historia, y las horas pasan.
Los
deseos del ser humano de acabar con la vida humana misma suelen venir
acompañados de una buena cuota de estupidez, ignorancia, inmadurez e
incapacidades de variada índole. Cuando
sentimentalmente se encuentra quebrado, no solo bloquea la razón sino que no le
permite alcanzar metas que le impulsen a seguir luchando por momentos de
felicidad personal.
Algún caso de inmadurez en el que se aferra con tanta ridiculez a los sentimientos y pesares que más le torturan. Solo aprende a vivir con un enchufe al pasado sin poder disfrutar plenamente las bondades y gentilezas del presente.
De manera tan irritante vuelve a tropezar con la misma piedra y se cubre con un velo de estupidez lo que la realidad demuestra a cada segundo : Siempre puedes tener mas si te lo propones aunque haya que volver a empezar; nada es absoluto e infinito; nada es para siempre. Ah pero con testarudez máxima sigue lamentándose de no poder salir de la jaula en la cual se ha encarcelado personalmente, cuenta con la llave y no la usa.
NO ES CAPAZ DE TOMAR SUS PROPIAS DECICIONES. Patético…
Algún caso de inmadurez en el que se aferra con tanta ridiculez a los sentimientos y pesares que más le torturan. Solo aprende a vivir con un enchufe al pasado sin poder disfrutar plenamente las bondades y gentilezas del presente.
De manera tan irritante vuelve a tropezar con la misma piedra y se cubre con un velo de estupidez lo que la realidad demuestra a cada segundo : Siempre puedes tener mas si te lo propones aunque haya que volver a empezar; nada es absoluto e infinito; nada es para siempre. Ah pero con testarudez máxima sigue lamentándose de no poder salir de la jaula en la cual se ha encarcelado personalmente, cuenta con la llave y no la usa.
NO ES CAPAZ DE TOMAR SUS PROPIAS DECICIONES. Patético…
lunes, 5 de noviembre de 2012
Paseándonos en el rosedal fantasma
Ni la hora ni el día podría asegurártelos. Tan solo sé que estaba casi oscuro. Por supuesto, ya había estado allí otras veces. Cada tanto sucedían cosas inesperadas. Y esta vez no fue distinto. Ella me había asegurado que quería verme. Que la distancia sería poca cosa dentro de poco. Que de algún modo conseguiría llegar a donde yo estoy. Tal vez los deseos no deban cumplirse siempre sin tener en cuenta las consecuencias de los mismos. Si se supone que algo debería perderse para poder complacer su deseo, tendría que ser algo de sí misma?
Nos terminamos encontrando en aquel lugar de luces tenues, de sonidos inexplicables y sensaciones encontradas. Levantamos la mirada al darnos cuenta que el otro se encontraba a unos cuantos pasos de uno mismo. Instintivamente nos acercamos. Para qué?
Cuando deseas algo, algunos detalles que no tenemos en cuenta o que terminamos omitiendo se nos pueden volver en nuestra contra de maneras que ni nos hubiéramos imaginado. Ella nunca determinó de que manera deseaba verme. O en qué estado. Lamentablemente para ambos, era en un estado de descomposición. Con algunos trozos de piel desgarrada de la superficie, los ojos blancos y las ropas ennegrecidas y andrajosas, pudo cumplir su sueño de llegar a donde yo estaba. Una necrófaga al ataque…(sigue)
Sueños que alertan
Tal vez suene raro, pero el sitio se veía acogedor hasta entonces. Por alguna razón todos daban una muy buena impresión. Pero como siempre, lo que parece demasiado bueno para ser cierto con mucha frecuencia lo es. Y así fue.
Una tarde noche la gente se empezó a aglutinar en un sitio en particular, parecía el jardín que rodeaba los cuatro puntos de una gran iglesia(o eso es lo que parecía aquel oscuro edificio, donde no se podía distinguir nada de lo que hubiera adentro). La gente sencillamente se posaba allí, en alguno de los cuatro puntos, formando un gran círculo, y veían a un predicador que pedía por su atención. Algún que otro milagro sucedería en cada uno de los cuatro puntos. Luces que danzando de manera bizarra presagiaban nuevos acontecimientos. Pero las personas parecían estar acostumbradas a ese tipo de acontecimientos. Todo el pueblo se encontraba reunido en ese lugar, repartido en cada uno de los 4 sectores del gran jardín. Entonces empecé a sentirme nervioso. De alguna forma tenía que salir, ya que nunca me habían simpatizado las sectas ni nada que se le asociada, relacionara o asemejara a una.
Tarde fue para mi sorpresa enterarme de que no se podía salir, demasiada gente amontonada. Mi paso apresurado se convirtió en una corrida desesperada, buscando una maldita salida. No hice mas que sembrar el pánico. Por supuesto, la gente amontonada, con pánico es peor. No me importaba a quien empujara, solo quería salir. Los truquitos y milagros que sucedieran en los centros de cada sector no podrían calmar estos nervios paranoicos. Llegando a la calle, por fin pude respirar, pero por poco tiempo. Los oficiales se habían enterado de mi agitación en medio del público y me estaban esperando. Claramente no debería haber salido ni mucho menos incitar a otros a que salieran. Nos encerraron. En palabras del oficial: “así que vosotros no queréis quedaros quietos. Así que no están conformes con nuestra misa. Se les dio lo que necesitaban para quedarse tranquilos y aún así no fueron capaces de obedecer. Hierba mala como ustedes ya no se puede cortar, tan solo se encierra hasta que recapacite.”
Creo que esas fueron sus palabras, aunque no recuerdo con mucha claridad. Al encierro fuimos a parar. Por alguna razón, no pensaba bajar mi cabeza ni enderezarme como ellos esperaban que lo hiciera. Claramente habían cosas que no deberíamos ver mientras sucede la misa. Cosas que jamás me quedaron claras. Pero pasó un tiempo hasta que pudiera darme cuenta de ello. De alguna forma, tenía que salir de allí antes de que me olvide porqué me encerraron. Primero me cuenta de que el lugar donde estaba era justamente la gran iglesia, que por lo visto estaba provista de cuartos, los cuales usaban de celdas. Mas razón para sospechar que no nos querían dejar ver que sucedía fuera de los jardines durante la gran misa. Pasó un tiempo aunque no podría asegurar si fue mucho o si fue poco. Cada tanto un predicador venía para tratar de convencerme de exactamente qué no podría decirlo, pues nada me era claro en esa situación. Yo sencillamente no respondía.
El agite llegó de afuera. Por lo visto algún que otro descontento quedó afuera y antes que tratar de salir del jardín, intentaron entrar a la fuerza a la iglesia. La gran muchedumbre nuevamente entró en pánico. Los oficiales tuvieron que salir a intervenir. Mejor oportunidad imposible. A la fuga entramos todos, o eso pensé en ese momento. No quería detenerme a pensar en que alguien se quedase adentro encerrado, solo para evitar nervios, culpa y miedo. No, sencillamente respire una bocanada de libertad, y una extraña acompañante me invitó a tomar el camión de un oficial ocupado. Ridícula situación que arrancamos, pues la muchedumbre armaba una gran turbulencia que no permitía el paso de ningún vehículo de gran porte. No tuve mejor idea que subirme a la moto que acababa de robar esa extraña acompañante extrañamente desbordada de ánimo, pero segura.
Una nueva etapa empezaría con esa peculiar forma de fugarse…
sábado, 29 de septiembre de 2012
Seguirá así?
Habremos llegado muy lejos como para seguir topandonos con las mismas trampas, los mismos engaños, las mismas piedras. Estamos sumergidos en demasiada baja autoestima, y la autoconfianza no alcanza para poder levantarnos solos. Entre tanta disconformidad e incertidumbre, los mismos que antaño supieron aprovecharse de la falta espiritual de pueblos enteros, traen su solución divina y milagrosa. Y así perdemos mas que nuestra duda y nuestro libre juicio, nuestra capacidad de cuestionar y criticar. Perdemos mucho mas que un poco de libertad. Perdemos horizontes...
Mestizaje...
No fronteras, no banderas, no a la autoridad
no riqueza, no pobreza, no desigualdad
rompamos la utopía, dejemos de soñar,
arriba el mestizaje, convivir en colectividad
Gritaré que ardan las banderas por la fraternidad
que caiga el patriotismo y la hostilidad racial
cultura popular...
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